Experiencias

Como en cualquier territorio eminentemente agrícola y marítimo, el comercio ha sido uno de los ejes vertebradores de la sociedad mallorquina. Productos de la tierra (almendras, algarrobas, hortalizas, aceitunas), animales (aves de corral, cerdos, corderos, pescados) y sus derivados (lana, huevos, sobrasadas), además de otros productos útiles (ropa y complementos, paja, material agrícola), han sido comprados e intercambiados en el mercado por sus habitantes durante siglos.

No es de extrañar, pues, que así como lo hicieran sus antepasados, los andritxols y andritxoles sigan «yendo a la plaza». Actualmente, tanto ellos como los visitantes, pueden hacerlo todos los miércoles, des de las ocho de la mañana hasta la una del mediodía, en la villa de Andratx y cada sábado en S'Arracó.