Experiencias

La isla de sa Dragonera es la sexta más grande del archipiélago balear. Con un perfil muy reconocible, parecido al de un dragón –de ahí que mucha gente piense erróneamente que debe el nombre a su silueta– la isla se ha mantenido virgen, a pesar de las promociones inmobiliarias que se han proyectado en ella y que se han logrado evitar gracias a la presión popular.

Desde 1995, la isla es un Parque Natural deshabitado, pero visitable. Así, cuando llega el buen tiempo, el visitante puede desplazarse gracias al “Margarita”, un llaüt (típica embarcación balear de pesca) motorizado que zarpa desde Sant Elm.

Una vez en la isla, habitada por numerosas lagartijas –otro hecho que ha creado un mito falso sobre el origen del nombre, que parece proceder de un topónimo relacionado con su Cova de la Font–, el viajante podrá recorrerla de una punta a otra, con parada obligada en sus tres icónicos faros.